Perpleja, un instante, con algo ajeno a tus manos, mi mirada en un susurro lejano pero tus dedos, que se deslizan suave cincelando mi silueta, cubriendo mis caderas, erizando mi cintura.
Me quedo tieza, en estado de coma orgásmico, reacción del cuerpo mudo pero luego me vuelvo, palpo tu aroma en mi rostro, mi boca entrabierta a un aliento de tu boca y suplico: te quiero dentro mío.
Luego vos, que me dejás en éxtasis corporeo, librás mi cuerpo del recorrer de tus dedos para moverte, lentamente, y yo, mirada gacha, oculto el dolor de no poseerte pero quién sabe mis ojos agrietados despiertan tu animal instinto y comienzas a desnudarme con la mirada. Mientras yo, leo tus ojos y lo hago. Deslizo mis ropas y sígues mi compás en música, desabrochas esos botones de la inhibición que ahora están de más y acercas tus partes a mi humedad.
Tus labios balbucéan sin dubitaciones: ¿En dónde me querías?
-Dentro mío -te respondo.
Y te siento, por primera vez siento penetras mis partes vírgenes de vos.
Me quedo tieza, en estado de coma orgásmico, reacción del cuerpo mudo pero luego me vuelvo, palpo tu aroma en mi rostro, mi boca entrabierta a un aliento de tu boca y suplico: te quiero dentro mío.
Luego vos, que me dejás en éxtasis corporeo, librás mi cuerpo del recorrer de tus dedos para moverte, lentamente, y yo, mirada gacha, oculto el dolor de no poseerte pero quién sabe mis ojos agrietados despiertan tu animal instinto y comienzas a desnudarme con la mirada. Mientras yo, leo tus ojos y lo hago. Deslizo mis ropas y sígues mi compás en música, desabrochas esos botones de la inhibición que ahora están de más y acercas tus partes a mi humedad.
Tus labios balbucéan sin dubitaciones: ¿En dónde me querías?
-Dentro mío -te respondo.
Y te siento, por primera vez siento penetras mis partes vírgenes de vos.
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